Porque pasar por la vida no merece la pena.
Sonreír un día más para disimular no compensa.
Porque fingir ser quien no somos no sirve.
Salgamos a disfrutar de cada minuto, o incluso, de cada segundo. Actuemos sin pensar, sin tener en cuenta lo que los demás puedan pensar de nosotros porque si no les gusta lo que ven es mejor *que no miren. Demostremos una vez más que estamos para aprovechar cada instante, no vamos a dejar que un poco de miedo, vergüenza o nervios nos amarguen o nos arruinen nuestra oportunidad. Puede que al principio cueste e incluso duela pero, prometido queda, que al final compensa. Trágate todo eso que te impide hacer todo lo que quieres y HAZLO.
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