Los unicornios pueden ser reales.

Nos paramos y pensamos en todo lo pasado, ahora llegados a la recta final del que ha sido un año estupendo nos damos cuenta de que aún queda mucho por mejorar, por vivir. 

Sin embargo parece que hemos cumplido algunas promesas que habíamos hecho meses atrás, un gran año, un curso genial, un año solo nuestro.

Cierto es que no estuvimos mucho juntos pero, las cosas como son, nos tuvimos más de lo que pensamos desde el principio. En los buenos momentos pero sobre todo en los malos, en los peores. 

Saber que puedo contar contigo es más de lo que puedo decir de mucha gente con la que paso horas enteras de mi vida. Sean quienes sean jamás conseguirán que esas horas lleguen a ser siquiera un minimo de lo que son unos minutos robados contigo.

¿Por qué todo esto? te preguntarás. Simple, a veces hay que hacer ver a la gente que es realmente importante y hoy me ha dado por ti, lo siento no me odies, solo es un momento de esos ñoños que tanto odio, pero en este caso te lo mereces más de lo que siquiera puedes imaginar, has hecho más cosas de las que crees haber hecho, eso te lo aseguro.

"El mundo está muy mal" la frase más oida desde hace años ¿y nosotros que hacemos? Nos quedamos como si nada, seguimos con nuestras vidas, repitiendo la misma frase, fingiendo que sabemos de qué hablamos, haciéndonos los mayores, hablando de una política que apenas conocemos.

Nos quejamos de que no podemos comprarnos esa camiseta o esos zapatos, nos enfadamos por no tener el mejor móvil y gritamos a quienes más nos quieren cuando las cosas no salen como queremos.

Nadie se preocupa de toda esa gente que lo está pasando mal, de los que se desviven día a día para sacar adelante a una familia, de los que las pasan putas a cada instante y fingen estar bien delante de sus hijos, para demostrarles que algo bueno puede ser posible.

No digo que salgamos a la calle a quemar cosas, solo pido ser coherentes con lo que pensamos, que nos paremos a pensar en lo que se nos viene encima. Un poco más de cariño, de ayuda a los que lo necesitan, una caricia o un beso quizá.

Menos pensar en nosotros mismos y más preocuparnos por los demás. Nada más que añadir.

Y así va el mundo

Una hoja perdida en el otoño.

"El problema aparece cuando te has acostumbrado a tener a alguien de una forma única, y las cosas cambian hasta el punto de tenerle, pero de un modo diferente. Por eso, a veces, es mejor alejarse para evitar que el dolor sea producido por un desgarro lento."

Llevábamos sin vernos semanas y de golpe, sin esperarlo, en medio de una calle lluviosa, esperando a que un semáforo juzgara necesario cambiar, compartiendo el mismo paraguas... allí estaba él.

Verde. "Tengo que irme, me esperan y llego tarde- cruza- ¡eh, cuídate y suerte!"

Supongo que lo más doloroso fue una despedida tan... tan... tan poco suya.

Una hoja perdida en el otoño.

La manera en que me acariciabas la clavícula, en que me besabas en el hombro, por sorpresa y sin esperarlo.Como sin pensarlo, simplemente dejándote llevar...

Dejarse llevar, curiosa ley que seguimos hasta que el camino se dividió y decidiste desviarte.

Lo peor de las despedidas es...

"Ninguna causa está perdida, siempre que quede un insensato dispuesto a luchar por ella."

(Piratas del Caribe)

Porque en días como hoy

 te das cuenta de quienes 

valen realmente la pena, 

de cuando esos

 "pase lo que pase"

 son verdad.