En algunos días como hoy*

Porque en un día como hoy solo me apetece recapitular sobra todo lo que ha pasado. Hace apenas dos días, el mundo se me caía encima, la promesa de un fin de semana de mucho trabajo y pocas sonrisas se rompió, hubo muchas sonrisas y poco trabajo. Quizá haya que dar las gracias por eso, quizá debería valorar lo que tuve la suerte de vivir: todas esas lágrimas cálidas, todo ese agobio, todo ese cansancio, todas esas horas de estudio, todo ese baño en agua caliente, todos esos minutos, todos esas abrazos de mis niños, TODO, incluso esa espinita que tengo clavada a la altura del estomago que no me acaba de gustar.
Tal vez, haya que ser algo más optimistas y darnos cuenta de que la vida tiene más cosas buenas que malas, más por las que ilusionarse que por las que llorar.
En días como hoy, a lo mejor, *solo me apetece daros las gracias por estar ahí, siempre, con abrazos collejas o mimos, de verdad.