jueves, 28 de febrero de 2013

A veces vemos a alguien y antes de que siquiera pueda abrir la boca, ya sabemos que lo que va a salir de ella no nos va a gustar, que serán tonterías que no nos interesarán. 
Muchas veces no somos conscientes de que detrás de cada sonrisa se esconde algo que queremos ocultar, que no se vea jamás por nadie. Pequeñas y grandes cosas que solo conocen unos cuantos, si llega a haber alguien que lo conozca.
Mucha gente que se tapa con sonrisas, con miradas que se pierden en el suelo y largos suspiros que aplacan todo lo que lucha por salir.
Gente que está recubierta de complejos tapados con simples apariencias. Miles de cosas que nunca saldrán a la luz por miedo a un "tú eres tonta". Porque si ese "tonta" sale de quien no debe, puede doler. Miedo a esas risas que nunca sabrá si son contra ella pero que en su cabeza le producen un millón de quebraderos. Miedo a perder a la gente que tiene a su lado. Una inseguridad infinita ante todo lo nuevo, todo lo antiguo y, en definitiva, ella misma.

Llega un punto de nuestra vida en el que cambiamos hasta un punto en el que ni nosotros mismos nos reconocemos.
Nuestra manera de afrontar los problemas. Nuestros mismos problemas ya no son los mismos.
Porque en el fondo, ni nosotros mismos somos los mismos.Y aún más al fondo nos echamos de menos.

martes, 26 de febrero de 2013

Como una pluma bailando en el viento.

Sus descripciones eran únicas, nadie definía las cosas con la sencillez  con la que ella conseguía hacerlo. 
Un día me sorprendí a mi mismo pensando en ella como la chica "más bonita que un cielo azul de verano". Jamás llegué a saber qué me llevó a pensar en ella así, pero aquí estoy, sentado a la orilla del mar, dejando que el agua acaricie mi pálida piel.

martes, 12 de febrero de 2013

Dicen que el invierno empieza con las lluvias, con el frío... dicen que sólo es una estación del año entre el otoño y la primavera, la opuesta al verano.
Pero como en todo, las opiniones pueden ser diversas, hay quien siente que es un estado de ánimo una forma de ver el mundo, de sentirse a uno mismo, que nada tiene que ver con la temperatura o la humedad.
En días como hoy es en los que no sé ni qué sentir. Estoy demasiado confusa para saber que hacer conmigo misma, no sé lo que quiero ni lo que busco, ni siquiera sé lo que realmente tengo.
En días como hoy es en los que me replanteo todo lo que sucedió y lo que está por suceder.
No sé ni lo que siento dentro de mi acomplejado ser porque en el fondo no sé ni quién soy.
Hoy es uno de esos días en los que la lluvia y el frío se mete dentro de nosotros, no nos deja pensar con claridad, ni concentrarnos... nos llueve dentro mientras el frío se refugia en nuestros huesos.
El futuro es bastante incierto y el tiempo que durará el invierno nadie lo sabe, pero supongo que toda abrigarse y tirar hacia delante.

domingo, 10 de febrero de 2013

Dónde poner los límites de mi propia descripción es casi tan difícil como estar bajo la lluvia y no mojarse.
Enamoradiza jamás enamorada, diferente al resto, aunque precisamente eso es lo que me hace igual a ellos. 
Una tarde de trabajo y música, mi música, un poco de todo, vale más que televisión y móvil.
Perezosa hasta un  punto desesperante aunque ansiosa de hacer mil cosas nuevas y conocer mil lugares y personas. Deseosa de comerme el mundo en unos cuantos bocados.
Vivo a mi ritmo, no me gusta que me insistan en cosas que no quiero. Odio que me llamen a comer varias veces, igual que odio que me manden recoger cuando lo pensaba  hacer más tarde, como he dicho: a mi ritmo.
Devoro libros a la misma velocidad que el chocolate negro.
Muero de cosquillas con el simple roce de un dedo. Soy malhablada aunque disimulo cuando hace falta.
Muy desordenada en todo, hasta en sentimientos.
Vivo en una confusión constante y una lucha permanente cerebro-sentimientos.
Cambio de opinión sobre ciertas cosas más rápido que de ropa y no me aclaro ni con mis principios.
Me encantaría ser artista aunque sé que no lo conseguiré así que aplico un "de ilusiones también se vive" como con el resto de mi vida.
Me niego a soltar un "amiga de mis amigos".
Insegura hasta la médula.

domingo, 3 de febrero de 2013

El orgullo lo mata todo. Empezó por aquella tarde en la que no me despedí, en la que me quedé sin ese beso por el que me derretía. Terminó en aquel amanecer que me dejó sola bailando en la arena de una playa lejana y abandonada. Empezó contigo y terminó por mi, porque ahora soy yo la que se queda sola, perdida entre las sábanas que solían hacernos compañía a ambos en nuestras noches y en nuestros amaneceres, las que nos acompañaron en cada beso, en cada caricia, en cada sonrisa.