Dulce olor*

Huele *a vacaciones, lindas vacaciones que prometen ser mejor de lo que esperamos. ¿Dificil de asimilar? Todo lo es, simplemente hay que dejarse llevar, dejar que las cosas pasen, cambien, que la gente piense, que haga, que la ciudad suba, baje, se detenga, que el tráfico se pare y haga ruido, que el sol salga cada día y que la luna lo eche por las noches.

A lo mejor la opción más sencilla es dejar que todo pase.

Simplemente*

Porque quizá si supiéramos lo que va a pasar mañana, lo que nos espera, no podríamos disfrutar de hoy.
Porque cuando lo único que nos preocupa es lo que puede pasar, lo que nos puede asustar, vivir cada día se hace imposible o como mínimo difícil.
Porque amargarnos por lo que puede pasar *no es una opción, las cosas sucederán cuando tengan que hacerlo, y no por preocuparnos antes desaparecerán o serán más simples.

Muchas*

A *veces dudamos, frenamos y volvemos al principio. 

A veces el mundo carece de sentido por unos segundos.

A veces el día siguiente es más desconocido de lo habitual.

A veces simplemente nos dejamos llevar y suceden cosas buenas.

Y sin quererlo*

Coraje, valentía, fuerza, voluntad, valor, atrevimiento... simples palabras, simples gestos, simples hechos que nos llevan a lograr aquello que alguna vez quisimos, que alguna vez soñamos.
Son simples cosas, chorradas que sumadas a un montón de cosas más hacen que alguien sea alguien, y no una simple sombra que pasa por la vida hasta llegar al final.
Porque si no afrontamos las cosas, si no buscamos fuerza donde no la hay, si no *cumplimos sueños, si no luchamos, solo seremos uno más entre un buen puñado de gente que está ahí presente pero ausente, todo a la vez.
Porque si no salimos a cumplir sueños, si no buscamos oportunidades de hacer algo grande cada día, si no intentamos mejorar, no lo haremos, nunca seremos quien queremos ser, hacer lo que queremos hacer y estar con quienes queremos estar.
Así de simple sal, coge aire, y lánzate. Juega el partido de tu vida. haz la actuación de tu historia o simplemente diviértete.

Puede que acertemos*

Las cosas se nos van de las manos, una mala racha y todo se va al traste, una mala decisión y todo desaparece.

Las decisiones cuestan, molestan e incluso duelen. No siempre podemos tomarlas, no siempre son las adecuadas, no siempre son las correctas, no siempre dependen de nosotros.

Quizá lo mejor sea vivir sin tomarlas, dejándonos llevar, siendo libres, sin ataduras, sin lazos, solo siendo.

Quizá lo mejor sea dejarlas al azar, que el mundo decida por nosotros, que nada dependa de nosotros, que no tengamos la culpa de fallar, de tomar la que no es adecuada.

Sí, quizá esa sea la opción más fácil, la más sencilla, la mejor. Quizá sea lo mejor, dejarnos llevar y que el resto decida, pero entonces la vida que estaríamos viviendo no sería la nuestra, no seríamos nosotros teniendo nuestra vida soñada, seríamos nosotros viviendo la vida de otros, cumpliendo deseos ajenos.

Cuando estamos ante un cruce de caminos, cuando debemos decidir, cuando nada está claro... Mmmmmm dulces momentos de la vida que algún día echaremos de menos, porque las decisiones solo se toman una vez y el que no arriesga no gana y el que no gana... 

Esto, lo que vivimos, no es nada comparado con lo que viviremos, disfrutemos de nuestros problemas de ahora porque los que están por venir, prometen ser peores. 

Un consejo, cuando las decisiones se abalancen sobre nosotros, sonriamos, todo es más fácil.

(Digamos que puede que vaya con segundas *o puede que no, y puede que esto solo lo haya puesto porque se que algún día lo leerás o puede que no...)

Solo un montón de *

Apenas una sombra en medio de la calle, la *lluvia emborrona contornos, lineas, moja cabellos, ropa, cala huesos y arranca sonrisas. La gente se resguarda en los escasos tejadillos que hay y sin embargo ella sigue allí, ella, una más entre el mundo, una más entre la multitud. Quizá la única que sepa encontrar la belleza en la lluvia corriendo por la piel, mojando un desordenado pelo, golpeando suavemente una dulce piel. La única, quizá, que no corra cuando las nubes descargan su furia, quizá la única persona de una poblada ciudad que sepa disfrutar de las pequeñas cosas que, cuando faltan, aunque nos parezca imposible, echamos de menos. Quizá la única que no busca nada más allá de una simple vida, sencilla, sin excesos, pero feliz, con días de lluvia, tormenta, truenos... con estrellas y nubes, con sol y luna, con todo y sin nada.

Una simple mochila*

Dicen que el que no arriesga no gana, que el que no salta no puede volar, que el que no se lanza nunca nada. Dicen mucho, pero nadie logra nada, excepto aquellos que saltan al vacío por lograr sus sueños. No se el resto del mundo pero estoy dispuesta a dejarlo todo hoy *y coger camino, estoy dispuesta a hacer lo que haga falta por lograr mis sueños empezando desde un día agotador como hoy.

Lo mejor será*

Nos miran desde arriba, nos ven sonreír, ven lo que nadie más ve, escuchan lo que nadie más escucha y saben lo que nadie más sabe. Nos ven en nuestros momentos cumbre, cuando nada puede con nosotros, cuando todo nos funciona, pero nos ven fracasar, caernos, llorar e incluso rendirnos, nos ven cuando todo está mal, cuando el miedo nos atranca, cuando los nervios nos superan, cuando nada, nada en absoluto, cuadra.

Están cuando llueve, cuando hace sol, cuando el cielo se enfada y cuando los rayos son los reyes, están aunque todo esté nublado. Están aunque no las veamos, están.

Lo saben todo, y no desconocen nada. Nos conocen desde dentro y desde fuera, saben cuales son nuestros fallos pero callan, decirlos seria inmiscuirse, conocen nuestras virtudes pero las callan, decirlas sobraría.

Las cosas funcionan aunque no estén, o eso dicen porque nunca han faltado, una noche de verano o una de invierno. Están cuando lloras y no tienes nada más y cuando nadie entiende tu sonrisa. 

Están en la muerte y en la vida, siempre, nos guste o no.

Pero cuidado con las estrellas, lo saben todo y nadie les oculta nada, ni los éxitos ni las derrotas, a menos *que nunca nos derroten.

La fuerza de *

Quizá no nos demos cuenta de las consecuencias de nuestros actos hasta que tenemos los daños delante, hasta que nos duele ver a los demás mal. Quizá no nos damos cuenta de que cuando damos consejos deberíamos ser los primeros en aplicárnoslos porque si tu me dices que luche, y yo lo hago, tu no puedes rendirte cuando las cosas van mal, porque luchar es lo único que podemos hacer cuando *la corriente nos lleva hacia atrás.

Así de simple

PORQUE ESO, EXACTAMENTE ESO, ES RENDIRSE ANTES DE LUCHAR.
(y es irónico que me lo digas tu, el rey del "no te rindas")

Creo que estamos*

Dicen que la vida es dura, que duele, que puede llegar a ser incluso cruel, pero no sé porque pero últimamente, a pesar de no saber muy bien cual es mi sitio ni cual será mi próximo paso, a pesar de todo eso me he dado cuenta de que la vida viene y va, la gente  también pero nosotros, los que realmente importamos siempre estaremos ahí, *cambiados quizá, pero hay cosas que siempre estarán: besos en la frente, miradas seguidas de sonrisas, horas en un portal, lluvia mojando, chocolate, frío...nuestro modo de ver el mundo.

El miedo*

Solo hay una cosa que nos impide avanzar, que nos impide dejar todo atrás y alcanzar todo aquello que deseamos.
*Es una sombra que se abalanza sobre nosotros, que nos agarrota los músculos, que nos inmoviliza, que nos pega al suelo.
Cuando las cosas están más fáciles que nunca, cuando solo hay que dar un paso, un simple paso, la sombra aparece y nos rodea, tapando todo rayo de sol.
Son esas veces, las que más nos cuesta despegarnos de ella, cuando realmente demostramos de lo que somos capaces, las oportunidades pasan, pero siempre, y digo siempre, hay alguna nueva. Como se suele decir: "Más y mejor".

simplemente voy a *

Tal vez las cosas vayan a trompicones, durante meses la vida es aburrida y monótona pero de repente un día, sin querer, sin que lo esperemos, todo arranca y acelera hasta el punto de que no controlamos hacia donde nos dirigimos, quizá al final haya un árbol esperando el golpe o quizá no, pero hoy, a estas alturas de una horrible semana, he decidido *dejarme llevar.

Una ilusión*

Hay ciertas ocasiones en las que el miedo nos agarrota los músculos, nos impide avanzar. A veces, el pánico a lo que pasará nos paraliza, no nos deja hacer todo eso que queremos , todo eso que nos dibujaría una sonrisa durante días. Porque cuando el tiempo se para durante unos segundos, cuando no hay nada que nos dé ese valor que necesitamos, cuando nadie puede obligarnos a hacerlo, no hay nada mejor como un salto en el vacío... aunque a veces, sabemos que habrá una red para que no sea doloroso y otras veces lo que nos parece un acantilado afilado, solo es el bordillo de una acera *mojada por la lluvia.

Nada permanece*

Los días cambian. Las cosas no son iguales a lo anterior. Nada permanece, *nada sigue igual, porque cuando decidimos que es un buen momento para hacer algo diferente, cuando por fin nos lanzamos, cuando damos un paso, por pequeño que sea, sabemos que lo que nos queda ya será solo una mínima parte de lo hecho. Porque lo difícil siempre es dar el primer paso, a veces, damos ese mismo paso cientos de veces antes de dar el segundo. En ciertas ocasiones decidimos hacer cosas que, aunque tengamos la sensación de no avanzar, cuando pasa un buen cacho de tiempo y miramos atrás nos demuestran que realmente las cosas no son como creíamos.

Si lo demuestras*

A veces el mundo se nos cae, debemos luchar contra todo aquello que nos duele que nos hace daño. Quizá sean esas veces, esos momentos en los que parece que ya nada puede salir peor cuando algo, a lo lejos, brilla. Tal vez solo tengamos que levantar la cabeza, porque nadie debe vernos mal, cuando muestras debilidad *el mundo te come. Lo siento, pero a mi no se me gana con un montón de mentiras dichas porque sí, que te quede claro mundo, puedes tirarme pero tengo a demasiada gente a mi alrededor como para que me dejen quedarme en el suelo, no me vas a pisotear más, estar tirada es cómodo al menos hasta que empiezan los pisotones pero no quiero más comodidad, quiero llegar a casa agotada cada día por haber hecho algo grande, nuevo. Quiero sentir que por muy horrible que haya sido el día, ha merecido la pena levantarme.

(Me da igual lo que digas, espero que te quede claro.)