No sé por qué, a veces las cosas suceden sin más, cuando menos te lo esperas.
No sé que pasará mañana, la semana que viene o dentro de unos meses.
Pero no soy la única, porque no lo sé yo, pero tú tampoco, e igual que nosotros nadie más.
Protejámonos de lo que nos hará daño, ocultémonos durante unos minutos en un lugar nuestro, un paraíso *propio.
Descansemos de los ruidos, las prisas, detengámonos a oír el silencio, a sentir la brisa revolviéndonos el pelo, sintamos la hierba húmeda... que la lluvia nos moje hasta atravesar la ropa, dar vueltas hasta caernos, sonreír hasta que nos duela la mandíbula, escuchar la mejor canción del mundo a todo volumen. Seamos felices, por favor.
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