viernes, 28 de septiembre de 2012

Veces en las que nos invade*

Aquí estamos una vez más hechos mierda por lo mismo de siempre, por no ser capaces de lograr lo que queremos.
Quizá solo sea un mensaje de alguien, de algo, que nos llama a abandonar. Hemos peleado mucho hasta ahora y no ha habido cambios, al menos no apreciables, no positivos. ¿Negativos? miles. Que se lo pregunten al agujero que tengo dentro, ese que ha ido creciendo desde al año pasado. Esto ya no es solo una cuestión de desgaste, esto ya es cosa de un desprendimiento entero. Definitivamente esto me afecta más de lo que debería, pero es inevitable y vamos cuesta abajo y sin frenos.
Vivo con la esperanza de reconstruirme, pero siento que cada vez cuesta más, hasta que llegue un punto en el que sea eso o yo, hasta que llegue un punto en el que gane eso.
Siento *el pesimismo, espero volver entera dentro de algunos días.

Una vez más*

Hay una cosa misteriosa que anda por la vida, no es un secreto pues se oye rincón a rincón, calle a calle y más cuando las temperaturas caldean. Esa cosa, ese misterio llamado 'amor de verano' era conocido por mis oídos pero nunca por mi corazón.

Año a año escuchaba a mis amigas hablar sobre cada uno de sus amores veraniegos y yo las escuchaba con una sonrisa de medio lado, interesándome sin interesar.

¿Qué es el amor de verano exactamente? Es algo abstracto que no se puede definir, sólo sentir... Y este año me ha tocado a mi.
Bajas un día sin pensar, metida en tu mundo y cuando se te ocurre levantar la vista, ahí esta. Silencioso, brillante y llamativo y sin pensar, frunces el ceño extrañada y lo primero que se te pasa por la cabeza es preguntarte quien demonios es esa persona... Eso fue lo que me paso a mi.

La curiosidad encubre lo que más adelante será una atracción, un encaprichamiento para acabar en algo más profundo... Eso fue lo que sentí.
Y entonces es cuando te das cuenta que sin querer, memorizas sus gestos a fuego, su sonrisa, su mirada brillante y sientes... Sientes que conoces a esa persona de toda la vida, sientes algo en las tripas, sientes tu corazón réplica te contra tu pecho y aunque, te detienes un momento a pensar racionalmente, te das cuenta de que no sabes nada... Pero tampoco sabías que era un amor de verano.

Pero para mi no sólo fue un amor de verano, fue algo más especial, más profundo, más anhelado... Fueron viejas heridas sanadas, nuevos horizontes y nuevas expectativas. Lo que me dio mi amor de verano en unos pocos días, no se comparó en nada con lo que tenía con mi primer amor. ¿Extraño verdad? Pero esa fantasía tan hermosa, ese mundo que creamos, mundo donde sólo existíamos tu y yo, se terminó... Y con él llegaron las lágrimas y el adiós.
Sin embargo, aún estas ahí y yo aún estoy aquí...

Por eso los amores de verano son tan intensos y fugaces que es lo más bonito de la vida para mi, pues siempre te quedara la esperanza, de que... En un futuro... Ese amor de verano pueda ser uno de otoño, de invierno y de primavera... Pero eso es ser muy idealista después de todo, recordemos que no conocemos a esa persona en realidad sin embargo, no puedes evitar que esa sensación de tripas aparezca cada vez que rememoras los recuerdos...
Recuerdos tan hermosos y valiosos para mi, que los guardaren como un tesoro.

Mi amor de verano fue breve, intenso y diferente... y aunque quedo muchas cosas al aire, esa conexión especial, esos pequeños momentos lo llenan todo. Y ahora aquí estoy con la rutina, esperando una vez más, a que esta historia pueda continuar.
                                                                                           (Elisa Gascón)


Que *duele, joder. No aprenderemos nunca que hay cosas que no pueden ser, terquearemos hasta el final, negándonos a aceptar que lo hemos perdido todo, todo menos los recuerdos. 
Porque aunque me joda decirlo, nunca aprendo, acabaré un otoño más pensando en ese amor de verano que no volverá. Pasaré el otoño esperando a que vuelva el de invierno, aún a riesgo de saber que no lo hará. 
Quizá a estas alturas del aprendizaje, me toque agradecerles a los dos todo lo que han hecho por mi, queriendo o sin querer. Porque ha sido un año con demasiados sentimientos. 
Tal vez me toque rendirme y seguir fingiendo que no duele.

martes, 11 de septiembre de 2012

Volvemos con más*

Porque muchas veces, emprendemos algo para lo que nos faltan ganas, entusiasmo, *fuerza. Pero las cosas no son así, esto no es cuestión de no me apetece y no lo hago, esto es simple cálculo, no me apetece así que voy a hacer que sea algo de lo que no me arrepienta nunca.
Porque a veces, las cosas empiezan y parece que se repetirá la misma historia de siempre, pero también hay otras veces en las que con un poco de esfuerzo por nuestra parte, una sonrisa y ganas de cambiar las cosas, podemos conseguir que una simple ocasión se convierta en algo grande o al menos algo mayor de lo esperado.
Porque hoy, con solo dos horas (o quizá algo más) de sueño, después de un día un poco extraño y un comienzo de semana de una fuerza inesperada, puedo decir, sonriente como la que más que esta semana será grande. El principio ya está, solo nos queda el resto, esto es cuestión de echarle ganas y cuando nos asalte la pereza, nos la tragamos, nos levantamos y tiramos para delante; cuando ese miedo irracional que ya forma parte de mi empiece a anidar de nuevo en mi estomago, pienso hacerle frente. Sé que no será fácil, pero este año no quiero tenerlo conmigo, NO QUIERO!

sábado, 8 de septiembre de 2012

Libros que habías olvidado que tenias*

INÚTIL

El problema no es soñar
-le dije-
el problema es
el tamaño de los sueños;
los pequeños
no solo no le hacen daño a nadie, 
si no que ayudan a vivir.
(El tamaño de los sueños, Karmelo C. Iribarren)


* siempre igual, siempre arrancan sonrisas

Mil gracias y mil perdones

Hemos llegado al final de lo que sin duda ha sido un verano grande, enorme.
Tenemos mil cosas que hemos hecho y otras tantas que solo fueron planes fallidos. 
Quizá algunos hayan perdido a gente por el camino, hayan cambiado la manera de ver a otras personas o puede hayan encontrado su media naranja, lo que prometen ser amistades eternas. Aunque visto lo visto, nada es eterno, pero por el momento nos toca disfrutarlo, porque la vida se disfruta así; día a día, momento a momento. 
Pero como siempre que las cosas se terminan, hay que pararse a pensar en todo lo que hemos hecho, lo bueno y lo malo. Tal vez empezar por lo malo, por lo difícil, nos haga, irónicamente, más fácil la tarea. Si nos paramos a pensar, igual podríamos haberle dedicado más tiempo a ciertas personas, a esa persona concreta, a toda esa gente que siempre está ahí hasta que un día deje de estarlo. Nos paramos y pensamos en todos esos momentos en los que a lo largo de nuestra vida fuimos egoístas sin necesidad, sin motivo más allá que  ganar; pensamos en las veces que le dimos la espalda a un amigo o familiar o le callamos para contarle todos nuestros problemas, nuestras chorradas que nos arrancaban una sonrisa o una lágrima, dando por supuesto que estaban perfectos. Como siempre que hago estas cosas, esto es algo personal, me paro y pienso en todo lo que dije de quien no debía, aunque personalmente siento que la cosa mejora, siempre tendré ese defecto que me carcome por dentro. Dos meses, impresionantes, después, pido perdón a toda esa gente, mi gente, que se haya visto envuelta en alguno de mis errores, éstos y los que no están aquí guardados, porque convencida estoy de que ha habido muchos más.

Las cosas se terminan y eso nos hace darnos cuenta de muchas cosas, de mucha gente nueva que está ahí, de repente, para lo que quieras, para animarte, hacerte reír o simplemente soltarte cualquier chorrada, incluso para tener silencios a través de una linea telefónica. Un mes y pico después me doy cuenta de todo lo que he aprendido con ellos, que este verano han sido mi todo, han logrado que "mi casa" me importara menos de lo normal. Con ellos he cambiado, por dentro y por fuera, porque todo lo que han hecho por mi no se lo imaginan. 
Claro que no todo se reduce a ellos, hubo algún acentillo más que me alegró unos días, no solo cuando estaba literalmente a mi lado, sino también cuando estaba lejos,contándome lo bueno, lo malo y lo peor, aguantándome. 
Tampoco puedo olvidarme de los de toda la vida, de los de este año. De mis amigos, de mi familia a los que no cambio. Y llegados a este punto,solo me queda agradecerles a todos cada momento, cada sonrisa, cada gesto, cada mirada, cada abrazo, cada silencio...
Que sí, ¿¿que narices?? ha sido un verano 
GRANDE

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Pequeños placeres*

Una ducha fria despues de un entrenamiento caluroso...
Una carta escrita con boli verde...
Encontrar un libro que siempre olvidas tener...
Planes que nunca se cumplirán...
Recordar un momento concreto, que te arranca una sonrisa...
Oler la ropa recién sacada de la lavadora...
El día antes de un viaje...
Pequeños placeres que no apreciamos lo suficiente.
Encontrar a alguien a un buen puñado de horas de ti, que te entiende y piensa igual, con quien coger confianza sin querer, y sin pensarlo siquiera. Tener conversaciones que duran horas y que empiezan con chorradas y sin saber como se convierten en algo que une, que nos demuestra que la confianza es importante y que aunque a veces cuesta ganartela, otras aparece sin más como una simple planta silvestre. Todas esas cosas *no tienen precio, encontrar a una persona que sin quererlo ha formado a pasar parte de ti, un pedacito más de todos esos que ya eres, yo eso no lo cambio, no cambio a mi zaragozana por nada.