Porque hay mil y una cosas que recordar y muy pocas que olvidar, por no decir ninguna, porque incluso en los peores momentos, en los que se nos caía el mundo, estábamos construyendo algo grande, nuestro.
Hablando únicamente por mi y con la esperanza de no ser la única que lo piense, esto me ha hecho más fuerte. Saber que un grupo de gente desconocida puede convertirse en una piña, un ornitorrinco, en apenas unos 15 (10) días, saber que esa misma gente esta dispuesta a dar un abrazo cuando estás mal o bien, te conozcan o seas un completo desconocido de la calle. Gente capaz de arrancarte una sonrisa con un simple gruñido que esperemos que fuera un "buenos días". Porque aunque nos vacilemos estoy convencida de que detrás de cada broma hay una gran verdad aunque sea lo opuesto a lo que sale de nuestros labios.
Pasadas unas cuantas horas y con bastante cansancio encima, pero sin ganas de dormir, me paro a pensar en todo lo que ha pasado, demasiadas cosas en muy poco tiempo, tradición este año, porque como decía María hay que buscar cosas que salgan de las tripas y no solo de la cabeza, con vosotros todo se ha revuelto dentro de mi, y creo que me habéis convertido en otra persona, en alguien mejor, capaz de ser ella misma, de hacer algo que jamás fui capaz de hacer como hablar un problema o pedir perdón, pequeños detalles que nos hacen un pouquichiño más humanos.
Porque me ensañasteis que nada es sencillo, hasta las cosas que tenemos más que claras desde que cruzamos el umbral de nuestra puerta se pueden volver nubladas, que muchas veces tomar una decisión, dar un paso o ver llorar duele, pero siempre hay que hacerlo, aunque le demos la espalda durante un rato.
Me enseñasteis que la rutina puede ser poco monótona y puedes llegar a necesitarla, porque no cambio por nada el momento siesta, ni pasillo, ni siquiera cambiaría limpiar los baños (bueno, quizá eso sí), pero me ensañasteis también a valorar las pequeñas cosas que rompen con ella.
Solo me queda agradeceros todo lo que habéis hecho por mi, consciente o inconscientemente, porque nada será igual después de esto.
No soy muy dada a decir cosas de este estilo pero: os quiero y creo que tendría que caerme un cargamento entero de ladrillos encima para lograr olvidaros, que os debo mil y una, y que estoy ahí cuando queráis y donde queráis, para todos y cada uno de los pupis.
(oooooh Ray como me he enrollado)