lunes, 23 de septiembre de 2013

Se hicieron el uno al otro día tras día, hora tras hora, sin dejar que el mundo les cambiara. Sin embargo el tiempo pasó y el mundo se abalanzó sobre ellos, haciendo que dejaran de ser lo que habían logrado alcanzar.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Hacía frío, un aire helado le revolvía el pelo y le impedía ver con claridad el camino. El invierno había llegado y con él la rutina se hacía más difícil que nunca. Temblaba sin poder evitarlo, le castañeteaban los dientes y se moría de ganas por un café caliente que la reconfortara para afrontar el frío y largo día.


martes, 17 de septiembre de 2013

Se acercaba el otoño, las hojas crujían bajo sus pies mientras escondía su naricita en una enorme bufanda. Dias tras días, ella pasaba por aquel parque, sintiendo el frío calarle hasta los huesos, agarrotarle los músculos.
Días tras día él dejaba que las hojas se deshicieran por el peso de sus zapatos, mientras observaba a esa chica que se escondía bajo la bufanda. Siempre la misma chica, siempre esa nariz pequeña y roja, siempre lo mismo, el mismo momento de su rutina, el único que le hacía sentir que realmente valía la pena levantarse cada mañana. Era ese momento, ese y no otro, al darse cuenta que esa chica, al igual que él se ganaba un día más de vida a base de esfuerzo y sufrimiento, a base de entregarle su tiempo a los demás.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Después de una temporada de silencio toca volver a lo de siempre aunque no como siempre. Empezamos, como todos dicen, los mejores años de nuestras vidas, sin embargo, hasta que la costumbre  cale en nosotros notamos los cambios más en negativo que en positivo dándonos cuenta de que quizá el mundo no sea tan maravilloso como nos lo han pintado hasta ahora. Mientras nosotros nos peleamos por buscarnos un hueco en la realidad que nos rodea, nos mangonean como quieren cuando quieren, prometiendo todo aquello que nunca es cierto, ni tenemos a los más profesionales ni a lo mejor de lo mejor, porque siendo objetivos los mejores siempre huyen a un lugar donde se les trate mejor, que no bien.