viernes, 21 de junio de 2013

Bendito momento*

Pasa el tiempo y no nos damos cuenta de lo mucho que echamos de menos a las personas que están a unos cuantos kilómetros de aquí. Porque después de unos días sin hablar con alguien empezamos a "acostumbrarnos"  a su silencio, sin embargo, cuando, por cualquier motivo, se retoma la conversación, de golpe y sin esperarlo, nos damos de bruces con toda esa "morriña".
A veces echamos de menos tener conversaciones serias, otras, conversaciones de bromas constantes, pero pocas personas son capaces de hacer que creas que puedes hablar de cosas serias mientras bromeas, yo tengo la suerte de haber encontrado a un turolense que lo ha logrado.
Aún no se lo he dicho pero le debo demasiadas sonrisas y buenos momentos que algún día serán grandes anécdotas para mis nietos, aunque a veces llegue a creer que le odie, es mentira. Así que, Goncho: MIL GRACIÑAS.


                                                                                               *en el que me fui a Granada

No hay comentarios:

Publicar un comentario